miércoles, 30 de septiembre de 2015

[MI ALMA ES UN ORINAL VIEJO...], Jules Renard

   Mi alma es un orinal viejo en el que duerme un ojo.

JULES RENARD, Diario 1887-1910, Mondadori, Barcelona, 1988, p. 101.
&
Andrea Peipe

martes, 29 de septiembre de 2015

[TODO LO HERMOSO ES BREVE...], Omar Jayyam

Todo lo hermoso es breve, y por breve aún más bello.
No renuncies a nada mientras el cuerpo aguante.
Llorarás tus desdenes cuando blanquee tu cabello.
Sin mirar atrás llévate la vida por delante.

OMAR JAYYAM, Caravana y desierto, Renacimiento, Sevilla, 2014, p. 123.

Versión de Javier Almuzara
&
André Steiner

[LA MORAL NO ES MÁS...], Hjalmar Soderberg

   La moral no es más que ese famoso círculo de tiza alrededor de la gallina: sólo encierra a los que creen en ella. La moral es la opinión que tienen las otras gentes sobre lo que es justo.

HJALMAR SÖDERBER, Doctor Glas, Cátedra, Madrid, 1992, p. 129.
&
Willy Cole

lunes, 28 de septiembre de 2015

[NO SE PUEDE PEDIR...], Jorge Riechmann

No se puede
pedir prestada
una buena forma de morir.

JORGE RIECHMANN, Poemas lisiados, La oveja roja, Torrejón, 2012.
&
Kerstin Kuntze

domingo, 27 de septiembre de 2015

[EN MEDIO DEL RENCOR...], Fermín Herrero

En medio del rencor quedarse en humo
hasta que la mirada sea un pájaro
pequeño, un hilo de belleza, la gota
de agua que se columpia desvalida
en la rama. Aunque así sucediera
habría que bajarse, luego, de los cinco
sentidos y añadir a la soledad lo que dijo
la lluvia, lo que el pájaro calló.

FERMÍN HERRERO, La gratitud, Visor, Madrid, 2014, p. 49.
&
Abbas Kiorastami

jueves, 24 de septiembre de 2015

[SOL OTOÑAL...], Manuel Villena

Sol otoñal.
En el tocón las setas
al fin sonríen.

Manuel Villena
&

miércoles, 23 de septiembre de 2015

[HAY GENTE TAN ABURRIDA...], Jules Renard

   Hay gente tan aburrida que te hace perder un día en cinco minutos.

JULES RENARD, Diario 1887-1910, Mondadori, Barcelona, 1988, p. 159.
&
Edgar Degas

martes, 22 de septiembre de 2015

[NUNCA HE SENTIDO CON TANTA FUERZA...], Hjalmar Soderberg

Nunca he sentido con tanta fuerza que la moralidad es meramente un tiovivo que da vueltas.

HJALMAR SÖDERBER, Doctor Glas, Cátedra, Madrid, 1992, p. 83.
&
Harold Feinstein


[HUELE AÚN LA PIEL...], Manuel Villena

Huele aún la piel
a algas, salitre y yodo.
Tibio sol de otoño.

Manuel Villena
&
Antonio Beltrán Vidal

lunes, 21 de septiembre de 2015

[SEMÁFORO EN ROJO...], Begoña Paz

Semáforo en rojo. Miras al frente. Al otro lado de la vía la valla está cambiando. No es difícil imaginar a qué. Una mujer desnuda anunciando un detergente, una mujer desnuda anunciando una aspiradora, una mujer desnuda anunciando un perfume. Aciertas. Poco a poco se va for­mando la imagen de una mujer desnuda dentro de un coche. La mujer eres tú.

Begoña Paz


La manera de recogerse el pelo. Generación Blogger, Bartleby Editores, Madrid, 2010, p. 257.
&
Gerald E. W. Shepherd

domingo, 20 de septiembre de 2015

[LA INFANCIA...], Christian Bobin


La infancia continuada mucho tiempo después de la infancia: eso es lo que viven los enamorados, los es­critores y los funámbulos.


CHRISTIAN BOBIN, Autorretrato con radiador, Árdora, Madrid, 2006, p. 38.
&
Carmen Spitznagel

sábado, 19 de septiembre de 2015

[ESE INSTANTE...], Jordi Doce

   Ese instante, quizá irreparable, en que uno se convierte en parásito de sí mismo.


JORDI DOCE, Perros en la playa, La Oficina, Madrid, 2011, p. 189.
&
Philomena Famulok

viernes, 18 de septiembre de 2015

[AÚN ALETEAN...], Manuel Villena

Aún aletean
las ramas del abeto:
¡Voló el milano!

Manuel Villena
&

jueves, 17 de septiembre de 2015

SOBRE LA LITERATURA, Christian Bobin

   La literatura eterna — cuentos, mitos, leyendas — apareció en la tierra con los primeros hombres. Les permitió habitar la tierra sin morir de frío. El fuego y la voz que narra se inventaron al mismo tiempo, dando el mismo calor y logrando el respeto de los animales salvajes. La literatura eterna debió de venir así: alguien se inclina sobre alguien que está enfermo, empieza a contarle la gran leyenda de los albores, el torbellino de los fines, el carnaval de los dioses, y mediante esa voz que inventa, llega un poco de luz a la oscuridad. La literatura eterna ya estaba allí, entera, en ese tiempo en el que los hombres iluminaban las cavernas con coloreados fantasmas de caballos. Llegó al mismo tiempo en el que el miedo entró por vez primera en un alma, por una grieta de la carne — un cazador mordido en el talón por una serpiente, un niño con los ojos brillantes de fiebre, una mujer perdiendo su sangre, tumbada cerca de las cenizas, un pintor de bisontes, que se volvió ciego, un anciano, con sus piernas atrapadas por el hielo. La literatura eterna es la medicina más antigua del mundo. Es anterior a la escritura. Antes de depositarse sobre unas tablas de arcilla, purificó voces, sosegó almas. Sigue haciéndolo cada vez que una madre se inclina sobre su hijo adormecido por el cansancio, y cuenta un cuento, canta una cancioncilla. Nunca ha existido una distinción real entre la palabra y la escritura. La escritura es la hermana pequeña de la palabra. La escritura es la hermana tardía de la palabra en la que un individuo, viajando desde su soledad a la soledad de otro, puebla el espacio entre las dos soledades con una vía láctea de palabras. Lo que nos habla, es lo que nos ama. Una palabra privada de amor es una cosa sorda, sin consecuencia. "No sé hablarte, luego te mato: el amor es un esfuerzo para salir de ese crimen natural de cada uno por cada uno de nosotros. El amor es esa bondad elemental a partir de la cual una soledad puede hablar a otra soledad y, si es necesario, acompañarla hasta en la oscuridad. No quiero que sufras. No quiero que tu mirada desaparezca tras un telón cargado de sangre. Escucha. Escúchame. Escucha atentamente cada historia, cada nombre de personaje. No quiero que te mueras y despliego para ti los vendajes de la literatura eterna — cuentos, mitos, leyendas, novelas, relatos, poemas, plegarias. Venus, Eva, Ifigenia, Beatriz, Fedra, Ana Karenina...— incontables las enfermeras que surgen de la literatura eterna, a la primera llamada. Bienhechora es la literatura eterna y su manía de librarnos con un susurro bajo, con un ruido de fuente. Maravillosa la creencia en torno a la cual ella segrega sus historias, como la hiedra en torno a su árbol tras que alguien nos hable, es imposible morir.

CHRISTIAN BOBIN, Autorretrato con radiador, Árdora, Madrid, 2006, p. 132-133.
&
Hisano Hisachi

martes, 15 de septiembre de 2015

[ZURCE EL OCASO...], Manuel Villena

Zurce el ocaso,
pespunte a pespunte,
su oscuro lienzo.

Manuel Villena
&
Cy Twombly

lunes, 14 de septiembre de 2015

[LLEVAMOS A LA PALABRA...], Christian Bobin

Llevamos a la palabra con correa como a un animalito doméstico, cuando debería saltar de nuestros corazones ardientes.

CHRISTIAN BOBIN, Autorretrato con radiador, Árdora, Madrid, 2006, p. 130.
&
Lee Eun Young

domingo, 13 de septiembre de 2015

[¿SI PUDIERA EXPLICARLES...], Ernestina de Champourcin

¿Si pudiera explicarles por qué tanta alegría?
El pájaro no explica
y la rosa tampoco.

ERNESTINA DE CHAMPOURCIN, Hai-kais espirituales, Finisterre, México D.F., 1968, p. 28.
&
Christian Schloe

sábado, 12 de septiembre de 2015

[¿Y SI LA POESÍA FUERA...], Juan Gelman

¿Y si la poesía fuera un olvido del perro que te mordió la sangre/
una delicia falsa / una fuga en mí mayor / un invento de lo
que nunca se podrá decir? ¿Y si fuera la negación de la calle/
la bosta de un caballo / el suicidio de los ojos agudos? ¿Y si
fuera lo que es en cualquier parte y nunca avisa? ¿Y si fuera?

JUAN GELMAN, Hoy, Visor, Madrid, 2014, p. 307.
&
Leonora Carrington

viernes, 11 de septiembre de 2015

[LA MUERTE CAE EN LA VIDA...], Christian Bobin

   La muerte cae en la vida como una piedra en un estanque: primero salpicaduras, agitación en los matorrales, aletazos y fugas en todos los sentidos. Después grandes círculos en el agua, cada vez más amplios. Finalmente la calma de nuevo, pero en absoluto el mismo silencio anterior, un silencio, cómo diría: ensordecedor.

CHRISTIAN BOBIN, Autorretrato con radiador, Árdora, Madrid, 2006, pp. 43-44.
&
Scott Mclaughlin


jueves, 10 de septiembre de 2015

[PENSÁNDOLO BIEN...], Abbas Kiarostami

Pensándolo bien
no comprendo
la razón de tanto
miedo a la muerte.

ABBAS KIAROSTAMI, Compañero del viento, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 2006, p. 154.
&
Abbas Kiarostami

miércoles, 9 de septiembre de 2015

[NO ME DUELEN LAS PALABRAS...], Carlos Skliar

No me duelen las palabras. Me duelen las palabras que llegan tarde. O, para mejor decir: me duelen las palabras impuntuales.

CARLOS SKLIAR, Hablar con desconocidos, Candaya, Barcelona, 2014, p. 117.
&
Nick Cave

martes, 8 de septiembre de 2015

[QUEDAN HUÉRFANAS...], Manuel Villena

Quedan huérfanas
estas manos vacías:
libélula añil...

Manuel Villena
&

lunes, 7 de septiembre de 2015

[EL HOMBRE QUE OLVIDA UNA OFENSA...], Giacomo Casanova

  
El hombre que olvida una ofensa, no la perdona, la olvida, pues el perdón parte de un sentimiento heroico, de un corazón noble, de un espíritu generoso, mientras que el olvido viene de una debilidad de la memoria, o de la despreocupación, amiga de un alma pacífica, y frecuentemente, de la necesidad de calma y de tranquilidad; en efecto, el odio, a la larga, mata al infortunado que se complace en alimentarlo.

GIACOMO CASANOVA, Máximas y anécdotas, Comanegra, Barcelona, 2010, p. 40.
&
Sandra Strazdaite

domingo, 6 de septiembre de 2015

[RENUNCIAR A AMAR...], Gabriel Montesinos Alonso


Renunciar a amar: abaratar los costes de la vida.
Gabriel Montesinos Alonso

CARMEN CAMACHO (editora), Seré Bre. Aforismos poéticos y otras breverías. Cicus, Sevilla, 2015, p. 78.
&
Mike Worrall

sábado, 5 de septiembre de 2015

[QUERER ES SER CAPAZ DE ESCOGER...], Hjalmar Soderberg

 
  Querer es ser capaz de escoger. ¡Oh, que tan difícil sea el escoger!
   Y poder escoger es poder renunciar. ¡Oh, que tan difícil sea el renunciar!
   Un niño príncipe salía de excursión, y le preguntaron: ¿prefiere su alteza ir a caballo o en barca? Y contestó: quiero ir a caballo y en barca.
   Queremos tenerlo todo, queremos serlo todo. Queremos gozar de toda felicidad y ahondar en todo sufrimiento. Queremos el patetismo de la acción y la paz del contemplativo. Queremos a la vez la tranquilidad del desierto y el tumulto de la plaza. Queremos ser al mismo tiempo la idea del solitario y el grito de la masa, ser a la vez melodía y acorde. ¡A la vez! ¡Si fuera posible!
   «Quiero ir a caballo y en barca.»

HJALMAR SÖDERBER, Doctor Glas, Cátedra, Madrid, 1992, p. 135.
&
Kalua K Krynska

viernes, 4 de septiembre de 2015

DOS SEPULTUREROS, Lydia Davis

DOS SEPULTUREROS

   Un empleado de funeraria, llevando un cuerpo hacia el norte por la autopista, en Francia, se detiene en un res­taurante al costado de la ruta para almorzar algo. Allí se encuentra con otro empleado de funeraria, un colega co­nocido, que también paró para almorzar algo y está lle­vando un cuerpo hacia el sur. Deciden sentarse a la misma mesa y comer juntos.
   Roland Barthes es testigo de este encuentro entre dos profesionales. Es el cuerpo de su propia madre el que lle­van al sur. Los observa desde una mesa separada, donde se sienta con su hermana. Su madre, por supuesto, está acos­tada afuera, en el coche fúnebre.

LYDIA DAVIS, No puedo ni quiero, Eterna cadencia, Buenos Aires,2014, p. 53.
&
Dalibor Davidovic

jueves, 3 de septiembre de 2015

DEL FIN AL PRINCIPIO, Marina Colasanti

DEL FIN AL PRINCIPIO

   Nació con bigote y acentuada calvicie entre las ca­nas. No traía frac o respetable franela gris. Venía desnu­do, como todo recién nacido al recibir su herencia.
   Meado, vestido, alimentado de papillas, sacado a pa­sear en la silla de ruedas, pronto comenzó a rejuvenecer. Surgían los dientes en las encías marchitas, se endereza­ba la espalda, se cubría la calva de pelusa y, ya libre de un cierto balbuceo baboso, se volvía clara su habla.
   Fue preciso un tiempo para que, firmes las piernas, se librase de la silla de ruedas. Sin embargo, tardó aún más en subir a la tribuna, palco de sus discursos inflama­dos. Y sólo años después de haber saltado hacia el altar, dio a sus padres la felicidad de verlo uniformado en el servicio militar.
   Estudiante brillante, niño prodigio, llevó una vida ejemplar. Y cuando al final murió, pataleando en la cuna, todos le alababan la sabiduría.
   Sólo una mancha turbaba su memoria. El ansia casi grotesca con que, próximo al final, intentaba meterse de­bajo de las faldas y entre las piernas de las mujeres, con la intención, tal vez, de buscar su destino, más allá de lo que permiten las reglas de etiqueta, y de la vida.


MARINA COLASANTI, Cuentos de amor rasgados, Diego Pun Ediciones, Tenerife, 2013, página 65.
&
Jaume Plensa

miércoles, 2 de septiembre de 2015

[UN PÁRPADEO...], Emilo Pedro Gómez


Un parpadeo.
El antes y el después
no se parecen.

EMILIO PEDRO GÓMEZ, Haikus de la casa, Eclipsados, Zaragoza, 2010.
&
Tural Alizade

martes, 1 de septiembre de 2015

[AL PARARME A PENSAR...], Fermín Herrero

Al pararme a pensar en el placer de este momento
lo sofoco. Debiera acaso abandonarme, pues
he de perderlo una y otra vez, aunque si admitiera
la pérdida, caería de hecho en la liquidación
que impone de antemano la añoranza. El que recuenta
escarba, recompone, falsifica. Cómo atinar
entonces. Haga frío o calor, olvidarse
en beneficio del transcurso, que es nuestro sino
y nuestra recompensa. Al pararme a pensar
de cuanto tuve sólo conservo su inconstancia.

FERMÍN HERRERO, La gratitud, Visor, Madrid, 2014, p. 32.
&
Jacek Tofil